EL CLUB DE PRERIODISTAS
Por: De León.
PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DEL ANTIGUO AL NUEVO REGIMEN DEL ANTIGUO CALLEJÓN DE VILLERÍAS DE LA CONSTRUCCION DEL AHORA CLUB DE PERIODISTAS.
Introducción
Para comenzar, cabe destacar que desde los primeros años de la vida pensante del ser humano, el hombre se ha empeñando no sólo en aprender, conocer, descubrir y buscar la verdad sino de dejar una huella en el mundo, desde la forma más antigua como son las pinturas rupestres hasta lo que hoy llamamos arte.
Por un lado, a través de este tiempo las formas de expresión han pasado por grandes cambios, de la mímica al lenguaje, del arte prehistórico, “medio para dominar y subrayar la realidad, estilizan e idealizan la vida, órgano para entregarse a la naturaleza aprenden y conservan las cosas en sur ser natural”[1] a las grandes obras de arte, de las casas de adobe hasta las grandes construcciones, cada una, forma parte significativa de la vida del ser humano; un ejemplo de esto es el Club de Periodistas, los inicios de su construcción se dan a partir del siglo XVI y con el paso del tiempo se ha transformado, no solo en su arquitectura sino en su uso.
En México y en especial en el centro Histórico, se encuentra gran parte de monumentos y construcciones históricas, pero muchos de ellos no son tan investigados, ni cuidados por lo que decidí saber más acerca de este lugar, ya que en la actualidad no sólo es un punto de encuentro para periodistas o un lugar en el que se realizan conferencias, sino que es un centro social, por otro lado, es una construcción que en lo particular me gusta mucho por sus diversas combinaciones de arte arquitectónico.
Para el tema del presente trabajo se realizará una investigación de la historia, acontecimientos y descripción del tipo de arquitectura del inmueble ahora llamado Club de Periodistas, que se encuentra en la calle de Filomeno Mata No. 8 en el Centro Histórico de La Ciudad de México, ya que en comparación con otros lugares del centro histórico, a este no se le brinda el cuidado adecuado o suficiente, en comparación con otros edificios históricos; además, retomaremos algunos acontecimientos y vida de algunos personajes importantes para este lugar, así como los cambios por los que ha pasado el inmueble a través de los siglos.
1 Hauser, Arnold. Historia social de la literatura y el arte I. Desde la Prehistoria al Barroco. Editorial de Bolsillo. México D.F. Edición 2007. P. 11.
En el orden colonial
Primeramente, este edificio fue construido a principios del siglo XVI en el Callejón de Villerías ahora llamada calle Filomeno Mata, donde la primera piedra la puso el señor Arzobispo Virrey Fray Payo de Rivera, uno de los primeros usos que se le dio fue, la Antigua Iglesia del hospital de Belén para convalecientes y mujeres desvalidas de la congregación de San Francisco Xavier. Por ser una construcción del siglo XVI, es en su generalidad estilo barroco: “el manierismo frio, complicado e intelectualista cede el paso a un estilo sensual, sentimental, accesible para todos. Es la relación de una concepción artística esencialmente popular, que a su vez mantenía igualmente a la clase culta dominante, pero tomando más en consideración a las grandes masa populares”.[2]
Fray Payo otorga la utilización del edificio en conjunto con la orden de los Betlemitas llegados de Guatemala en 1675. Con el tiempo el edificio fue dividido en cuatro lotes, abierto al culto hasta octubre de 1861, sus pinturas y retablos fueron destruidos, algunos de los diferentes usos fueron: Biblioteca Popular, Bodega de Ministro de Fomento, Edificio de Pesas y Medidas, actual Club de Periodistas fundado por Antonio Sáez de Miera.
2 Hauser, Arnold. Historia social de la literatura y el arte I. Desde la Prehistoria al Barroco. Editorial de Bolsillo. México D.F. 2007.
Este edificio pertenecía al Virrey Fray Payo de Ribera y al Conde de Santiago del Valle, solicitan y promueven sea otorgado a los Betlemitas, orden de los Hermanos de Nuestra Señora de Betlehem de Guatemala, “orden religiosa católica fundada en 1656 por el padre franciscano terciario español San Pedro de San José de Betancur”[3], con la condición de que la fundación hospitalaria tuviera la advocación de San Francisco Xavier al mismo tiempo que el de Nuestra Señora de Bethlem, siendo recibido el 7 de abril de 1675.
3 Vanegas Pérez, Juan, Edith Ortiz Díaz y Claudia Ballesteros César. Historia del Hospital de Betlemitas de la ciudad de México. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.601-606. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
Por esta razón, los Betlemitas se avocaron a la tarea de adaptar el inmueble para la labor hospitalaria de convalecientes, con tres salas: una destinada a la atención de indios, mestizos y negros, otra exclusiva para españoles y la última destinada a los religiosos, además de enfermerías, botica, un templo provisional y una sala especial para la enseñanza a niños pobres. En los años siguientes, fueron allegándose de predios contiguos para la ampliación del hospital y la adecuación de un claustro, poniendo especial atención en la erección de una iglesia, cuya primera piedra pusiera Fray Payo de Ribera en 1677.
Por otra parte, los betlemitas ganaron adeptos y extendieron sus iglesias por todo el país, fundando hospitales, iglesias, conventos y escuelas, la creciente necesidad de servicios hospitalarios en la capital de la Nueva España y los requerimientos de la administración, conlleva a que para mediados del siglo XVIII, esta sede crezca físicamente con nuevas y muy amplias construcciones, destacando por su majestuosidad.
Asimismo, este lugar se mantuvo hasta la supresión de las órdenes hospitalarias de las colonias americanas de 1820, cuando finaliza la presencia de la orden de los Betlemitas en los territorios españoles. “Es muy importante anotar que el pensamiento, la labor de asistencia social y los beneficios de la misión de esta comunidad tuvieron tanto peso social que no desaparecieron totalmente”.[4]
4 Vanegas Pérez, Juan, Edith Ortiz Díaz y Claudia Ballesteros César. Historia del Hospital de Betlemitas de la ciudad de México. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.601-606. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
En el orden de México Independiente
De esta forma, gracias al desempeño de estas labores, que al quedar suprimida la orden y clausurado el convento, el inmueble conventual hospitalario no permanece ajeno a aquella labor pastoral, convirtiéndose así en un símbolo de educación y salud para la población de la Ciudad de México, como lo reflejan sus posteriores y relevantes ocupaciones: primer colegio de Ingenieros Militares de la época independiente, seguido por el Establecimiento Central de Instrucción de Ciencias Médicas y poco después, en dos ámbitos seccionados del edificio, se da la simultánea ocupación de la Compañía Lancasteriana y el Convento y Colegio de Religiosas de la Nueva Enseñanza de Indias. Instituciones que aunque diferenciadas, constituyen ambas un hito en la reforma educativa del siglo XIX.
Con el imperio de Agustín de Iturbide, la iglesia comienza ser y a verse de diferente forma ante el gobierno y el poder que mantenía hasta la colonia; en 1823, el Congreso decretó los bienes de la inquisición en beneficio del erario, pero durante algún tiempo todavía la iglesia era propietaria de gran concentración de propiedades, con el cambio de gobierno a una Republica, la iglesia pasó por diversos cambios, pertenecía al bando de los conservadores. Así con los diferentes gobernantes donde las propiedades y decisiones se le fueron quitaron y con las reformas de Juárez la separación. Las leyes del 19 y del 24 de 1833 secularizaron la educación pública, retiró el pago de los diezmos, eliminación del fuero eclesiástico de los asuntos civiles, la Ley –Lerdo, quiso poner en libre circulación los bienes guardados por la Iglesia creando la facultad de los arrendatarios, teniendo a plazo la facultad de compra.
Ahora bien, este nuevo claustro y noviciado se encontraba cerrado al exterior por 16 accesorias comerciales de "Taza y Plato", cada una con un nivel de tienda y trastienda en planta baja y dos habitaciones en un nivel de entresuelo. Las rentas de éstas y otras muchas accesorias que circundaban la manzana de Betlemitas, aportaban fondos complementarios para sufragar parcialmente los gastos de su misión hospitalaria y educativa.
A partir del siglo XIX, el edificio comenzó una larga vida de cambios, despojos y rupturas. Se separo en cuatro diferentes lotes algunos de los usos fueron: La iglesia que permaneció abierta al culto hasta el 24 de octubre de 1861, sus pinturas y sus retablos fueron destruidos. Posteriormente se convirtió en Biblioteca Popular, Bodega del Ministerio de Fomento, Museo Tecnológico, Biblioteca de Economía y Ciencias Sociales, Museo del Colegio Militar y finalmente Museo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, Antiguo Edificio de Pesas y Medidas, Museo del Ejército y la Fuerza Aérea, La Torre de Papel, negocio dedicado a la venta de periódicos y revistas; sede de la ya citada Representación del Gobierno de Nuevo León y también el actual Museo Interactivo de Economía o MIDE.
“Fundado en 1676, el hospital betlemita cumplió su misión humanitaria hasta que pasó a manos privadas después de terminada la colonia española; poco después de la etapa juarista, el inmueble estaba en manos de su propietario particular don Luis G. Labastida, quien a su vez lo entregó por vía de permuta a las autoridades estatales, quienes lo inscribieron en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio del D.F., “Con el número 989 “A”, a fojas 243 del volumen I, tomo 24, sección primera, según datos de la DGPIF.[5]
5 http://www.clubdeperiodistas.com.mx/nuestra-historia.html. Consultado el 07 de noviembre de 2011.
“Hacia finales del siglo XIX el Estado creo los Talleres de Imprenta y Fototipia de la Secretaría de Fomento y en 1920 se establecen los Talleres Gráficos de la Nación con sede en la calle de Filomeno Mata número”.[6]
6 Talleres Gráficos de México. http://www.tgm.com.mx/TGM/Paginas/Qui%c3%a9nesSomos.aspx. Consultado el 70 de noviembre de 2011.
Históricamente fue seccionado en los números oficiales 8, 10 y 12 de la calle de Filomeno Mata, ha formado parte de diversos giros: Hotel Ambos Mundos durante la etapa del porfirismo, museo y oficinas de la llamada Secretaria de Industria, Comercio y Trabajo (por decreto presidencial del general Abelardo L. Rodríguez del 30 de agosto de 1930), Secretaría de Gobernación, Secretaría de Turismo, anexo de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, en el primer medio del siglo XX fueron oficinas de la Secretaría de la Economía Nacional, luego transformada en la de Industria y Comercio, en su ramo de Pesas y Medidas; oficinas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la que en 1968 cedió su mínimo espacio a la Secretaría del Patrimonio Nacional. Y fue precisamente en ese año el gobierno federal dio en arrendamiento la parte del número 12, en su planta baja, a la llamada Central Financiera y Fiduciaria de Inversiones, S.A., para finalmente, en 1974, ser entregado este espacio de 231 metros cuadrados a la Representación del Gobierno del Estado de Nuevo León”.
En el año de 1904, el arquitecto Genaro Alcorta puso manos a la obra con el proyecto; este edificio fue equipado con una sala de billar y se convirtió en un centro de reunión, el cual estuvo en servicio durante más de tres décadas; años más tarde, en 1962, cuando Antonio Sáez de Miera fundó el Club de Periodistas, este inmueble fue adaptado para albergar una sala de conferencias, una biblioteca, un restaurante, una cafetería, un casino y oficinas privadas.
Debido a esta situación, algunos periodistas fueron desalojados, ya que se había provocado gran daño a las instalaciones, (algunos de ellos habían modificado completamente las oficinas, las cuales prácticamente estaban convertidas en habitaciones); posteriormente, el edificio se vio sometido a un riguroso proceso de remodelación, recuperando la belleza y la grandeza arquitectónica que anteriormente se había visto amenazada.
El Club de Periodistas de México, A.C., edificio de fachada neoclásica fue inaugurado oficialmente en Filomeno Mata 8 el 3 de septiembre de 1962, con un banquete de honor al entonces presidente de la República, Lic. Adolfo Mateos. El inmueble tiene un cupo para 300 personas en su patio central, rodeado de 18 columnas de cantera y piso de mármol blanco y negro, así como, dos salones externos. La entrada se adorna con obras de bronce y escalera helicoidal que conduce a un lobby y un salón para 70 personas.
Actualmente, sus 139 metros cuadrados son marco de eventos culturales y sociales, cursos, conferencias de prensa, la edición de una revista y existe una posada para reporteros jubilados y de la tercera edad; además, cuenta con el Club del Mediodía, donde se da asistencia a periodistas que requieren de alimentación y servicios médicos; mientras tanto, en el último piso se ubica la Posada del Periodista, donde se atiende a comunicadores de la tercera edad, quienes tienen derecho a la atención médica y odontológica en forma gratuita, los miembros de este club pueden solicitar el ingreso de sus hijos a un sistema de becado, el cual provee apoyos económicos de hasta 100 por ciento.
Bibliografía
Fernández, Martha. Cristóbal de Medina Vargas y la Arquitectura Salomónica en la Nueva España en el siglo XVII. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas. México Imprenta Universitaria 2002.
Hauser, Arnold. Historia social de la literatura y el arte I. Desde la Prehistoria al Barroco. Editorial de Bolsillo. México D.F. Edición 2007.
Romero de Terreros, Manuel. El arte en México durante el Virreinato. C. de la Real Academia de San Fernando. Editorial Porrúa S.A,. Segundo Edición. México 1980.
Toussaint, Manuel. Pintura Colonial en México. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas. México Imprenta Universitaria 1965.
Tovar y de Teresa, Guillermo. México Barroco. Beatriz T, (realizadora del diseño).
Tovar de Teresa, Guillermo. Un rescate de la Fantasía: El Arte de los Lagarto. Iluminadores Novohispanos de los siglos XVI y XVII. España, Ediciones del Equilibrista, 1988. 242 pp.
Vanegas Pérez, Juan, Edith Ortiz Díaz y Claudia Ballesteros César. Historia del Hospital de Betlemitas de la ciudad de México. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.601-606. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
Club de Periodistas de México A.C. http://www.clubdeperiodistas.com.mx/. Consultado el 07 de noviembre de 2011.
Talleres Gráficos de México. http://www.tgm.com.mx/TGM/Paginas/Qui%c3%a9nesSomos.aspx. Consultado el 07 de noviembre de 2011.
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